El Sol acaricia las uvas
Después de haber sobrevivido a un fuerte invierno, las uvas
comienzan a madurar en sus racimos ayudadas por los tibios rayos del sol que parecen indicar la llegada del verano.
Esos rayos del sol permitirán que los
niveles de azúcar se incrementen y por lo tanto la maduración de las uvas alcance
los niveles adecuados para la elaboración de un buen vino.
Comentarios